Nos formaron en las universidades para obtener un empleo, pero no siempre para conseguirlo, y menos para crearlo. Es más, en México, nuestros planes y programas de estudio son tan enciclopédicos y rígidos que exigen un porcentaje de asistencias, limitan las prácticas y el enfoque de revalidar la experiencia adquirida en el mundo real. Los estudiantes que reciben clases sobre "cultura emprendedora" preguntan incluso a los profesores si ellos mismos, los maestros, han iniciado un negocio o si son empresarios, encontrando que no siempre ellos son un buen ejemplo. En el sector productivo son cada vez menos las oportunidades de empleo para quien piensa que primero debe formarse en la universidad, para más tarde solo esperar buenas ofertas de trabajo, pues posteriormente se encuentra con que las oportunidades laborales son pocas y no es sencillo obtener buenos trabajos y poder cubrir las colegiaturas que por años pagó. Se puede dar una definición básica estableciendo que un emprendedor es aquella persona que ha convertido una idea en un proyecto concreto, ya sea una empresa con fines de lucro o una organización social, que está generando algún tipo de innovación y empleos. Esto quiere decir que estudiar una carrera universitaria para ser emprendedor es construir en los estudios la empresa para que esté operando y creciendo mientras el estudiante se forma y así inicia sus estudios de mercado, realiza prácticas técnicas para probar el producto o servicio, se enlaza con las fuentes de financiamiento y aprende en la práctica a comercializar. En el país opera el Instituto Nacional de Emprendedor, con el fin de fomentar actividades emprendedoras y romper los paradigmas que nos atan a la sola idea de esperar a que me contraten. Sabemos que los mexicanos no estamos muy hechos para emprender, pues nuestra tradición histórica y cultural nos ha formado más para ser empleados y no para emprender negocios propios. Desde luego, no es sencillo dar esos pasos, pues se requiere incursionar con una alta estima y seguridad en nosotros mismos. El libro "Padre pobre, padre rico", de Robert Kiyosaki plantea esta ruta de pasar de ser empleado a ser emprendedor. La Universidad Meridiano, incorporada a la SEP, ofrece solamente "carreras del futuro", y ofrece por primera vez en México la Licenciatura en Emprendimiento de Negocios. Un programa académico con la experiencia de las empresas que forman la institución para que el estudiante al término de los estudios tenga operando su empresa. Rodeado de un ambiente con empresarios exitosos, el estudiante identifica, incuba, construye, acelera y opera una empresa real que tenga congruencia con las oportunidades regionales pero también con las capacidades del estudiante. Dirigida entonces a crear y fortalecer PYMES, a contar con herramientas de la productiva, y a poner en marcha las propias de la ingeniería de negocios. La Licenciatura en Emprendimiento de Negocios es la primera en su tipo e ideada para que el estudiante se piense, desde el inicio de sus estudios, como emprendedor. Con sólidas bases teóricas, pero enfocadas a arrancar su propia empresa a partir de un plan de negocios, el estudiante se pensará siempre como emprendedor, acelerando el proceso de creación y desarrollo de su empresa. El estudiante en este programa valora, más que un título, el ecosistema que su universidad le ofrece para que, al término de tres años, gradúe a la empresa que formó. La creación de las empresas es el principal examen de este programa académico que tiene como objetivo crear y desarrollar su propia empresa. Autor: José Luis Palacios. |